Si nos remontamos siglos atrás hasta la época romana, este arco fue una de las principales entradas a Calagurris a través de las murallas que rodeaban la ciudad. Actualmente es la única puerta que se mantiene en pie.
De épocas posteriores es la imagen de la Virgen de Lobera que descansa sobre el arco. Según cuenta la leyenda, en 1972 se organiza una batida en Calahorra para dar caza a un lobo rabioso que se encontraba en las calles. Casualmente es abatido en este mismo arco gracias a la virgen.